El diseño de interiores se refiere a la planificación y decoración de espacios interiores para hacerlos funcionales y estéticamente agradables. Incluye la distribución del espacio, la elección de mobiliario y la selección de colores y texturas.
La iluminación se ocupa del diseño y ubicación de sistemas de iluminación en esos espacios. Es crucial para crear ambientes acogedores, mejorar la visibilidad y realzar la estética de un lugar.
Ambas disciplinas trabajan juntas para optimizar el uso del espacio y mejorar el bienestar de quienes lo habitan, considerando tanto la funcionalidad como el aspecto visual.